La falta de confianza (no de los motores sino de la relación) entre McLaren y Honda está a punto de concretarse. La empresa japonesa había prometido mejoras considerables y soluciones para la unidad de potencia de sus motores para la carrera del próximo fin de semana en Canadá pero parece que nada de esto ocurrirá.
La situación de McLaren con Honda es compleja. No sólo por la falta de potencia con respecto al resto (100 caballos serían la diferencia con Mercedes o Ferrari y un poco más de la mitad con Renault, por ejemplo) sino por el contrato que tienen hasta fines de la temporada que viene. Romper la relación le significaría millones y millones de dólares al team inglés.
Sin embargo, por lo que se supo, el límite es el GP de Bélgica en Spa. Si allí McLaren no supera la Q3 y los pilotos sufren más de lo que disfrutan arriba del MCL32 (una constante en los últimos tres años), McLaren estaría dispuesto a romper y buscar un nuevo proveedor.
"Con motor Mercedes volveríamos a ganar", tiró Zak Brown hace poco. ¿Es viable? Sí, por supuesto, más teniendo en cuenta que también se menciona que la escuadra de Brackey partiría del Mundial y se dedicaría a ser proveedor de impulsores.
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